A través de ejercicios gráficos bien dirigidos y metódicamente disciplinados, adecuados a cada individuo y problemática, se intentan crear buenos hábitos de escritura, al mismo tiempo se intenta abordar las causas de orden psíquico de la disgrafía y crear el equilibrio neurofisiológico necesario para superar las actitudes desfavorables que limitan las actividades cotidianas, los proyectos, las relaciones, entre otros.